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Phishing, lo aprendemos de memoria y seguimos cayendo en los ataques

El arte del engaño ha sido una herramienta utilizada a lo largo de la historia para ganar batallas, y en el mundo digital contemporáneo, el phishing se ha convertido en el caballo de Troya moderno. ¿Cómo es que seguimos cayendo en estas trampas, a pesar de estar conscientes de los peligros que representan?

La leyenda del Caballo de Troya nos ha enseñado una clara lección sobre la confianza extrema. Los troyanos, al recibir el equino gigante, no cuestionaron las intenciones de sus enemigos, los aqueos, y lo introdujeron en su ciudad con la idea de que era un signo de su victoria. Sin embargo, este obsequio resultó ser una máquina de guerra que condujo a la caída de esa antigua ciudad anatolia, situada en la actual Turquía. 

De manera similar, el phishing se gana la confianza de las personas, y se aprovecha de ella, al simular ser una entidad fidedigna, como empresas legítimas o contactos conocidos con el objetivo de obtener información confidencial.

Phishing, más que una simple estafa

El phishing ha evolucionado desde sus primeros ataques en la década de 1990, cuando América Online fue uno de los objetivos iniciales. En ese entonces, los delincuentes se hacían pasar por representantes de la compañía para obtener información personal y financiera de los usuarios. 

En el entorno digital actual, el phishing adopta diferentes formas:

  • Phishing vía correo electrónico. Técnica que utiliza el fraude y el engaño para manipular a las víctimas para pulsar enlaces maliciosos o revelar información confidencial.
  • Smishing. En esta técnica, el ciberdelincuente envía un mensaje de texto (SMS) a un usuario haciéndose pasar por una entidad legítima como un banco, una institución pública, red social, etc., con propósito de robarle información privada o realizarle un cargo económico.
  • Vishing. Un mecanismo fraudulento a través del cual se busca engañar a las personas por medio de llamadas telefónicas para robar información personal y bancaria.
  • Spear phishing. Un ataque de phishing selectivo en el que el atacante intenta obtener información de una persona u organización en particular.

A pesar de décadas de concientización, el phishing sigue siendo una amenaza significativa, con un aumento constante en los ataques. Tan sólo en América Latina se han registrado innumerables intentos de ataque, lo que demuestra la escala del problema, registrando un aumento de entre el 50% y el 60% en los años recientes.

Se estima que Brasil ha recibido 134 millones de ataques, seguido por México con 43 millones, seguido de Perú con 31 millones.

¿Por qué seguimos mordiendo el anzuelo? El exceso de confianza, la falta de concientización y la sofisticación de los engaños son algunos de los factores que contribuyen a esta persistencia.

La repercusión en las finanzas

Al observar los impactos del phishing, es posible darse cuenta de que se extienden más allá de las pérdidas financieras. Se sabe que cuatro de diez intentos de ataques de phishing buscan obtener datos financieros, y que utilizan el nombre de empresas reconocidas para sonar convincentes, incluidas Microsoft, Google, Amazon, y Netflix, entre muchas otras. 

Desde el robo de identidad hasta el daño reputacional, las consecuencias pueden ser devastadoras tanto para individuos como para organizaciones. Más aún, la confianza de clientes y socios puede verse mermada, lo que puede derivar la pérdida sustancial de la credibilidad y poner en riesgo el flujo de ingresos. 

Por ello es crucial que las organizaciones prioricen la concientización y la seguridad cibernética para reducir la incidencia de phishing. Debe partirse de que la ciberseguridad es un tema prioritario que va a ayudar a las empresas a reducir el riesgo en primera instancia. De ahí que un primer aspecto al que hay que prestar atención es educar y concientizar a los colaboradores, para que se conviertan en la primera barrera de protección ante un ataque de phishing.

La colaboración y sinergia de diferentes áreas, como tecnología de la información, recursos humanos y finanzas, entre otras, es esencial para establecer una estrategia de defensa efectiva. 

Finalmente, pero no menos importante, la implementación de tecnologías de filtrado de correos y autenticación multifactor, junto con campañas de concientización personalizadas, puede ayudar de manera significativa a mitigar el riesgo de phishing.

El futuro: desafíos y oportunidades

A medida que la tecnología continúa avanzando, el phishing como servicio (Phishing as a Service) y la inteligencia artificial (IA) representan nuevos desafíos en la lucha contra esta amenaza. 

Sin embargo, también ofrecen oportunidades para desarrollar estrategias más efectivas de detección y prevención. Por ello es fundamental que seguir aprendiendo y adaptándonos a las amenazas emergentes para proteger nuestros datos y seguridad en línea.

En conclusión, el phishing sigue siendo una amenaza persistente en el mundo digital actual. Al aprender de la experiencia y adoptar medidas proactivas de seguridad, es posible fortalecer la resiliencia contra estos ataques. La concientización, la colaboración y la innovación son clave.

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