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Zero Standing Privilege, la clave para un acceso seguro y controlado

En el ámbito de la ciberseguridad, la estrategia de Zero Standing Privilege (ZSP) está emergiendo como una evolución de los modelos de acceso tradicionales. A diferencia de los privilegios fijos que permanecen activos indefinidamente, ZSP adopta un enfoque dinámico y basado en la necesidad. 

Bajo este modelo, los privilegios se otorgan sólo cuando realmente se requieren y por una ventana de tiempo limitada, lo que ayuda a reducir de manera considerable los riesgos de seguridad asociados a cuentas con permisos fijos. Esta estrategia está alineada con el enfoque de Zero Trust, que se basa esencialmente en el principio de «nunca confiar, siempre verificar».  

Tradicionalmente, las empresas han otorgado accesos y privilegios de acuerdo con el rol de los usuarios, lo que implica que ciertas cuentas, como las de administradores de TI, poseen permisos elevados de manera persistente. Esto es comparable a tener las llaves de una casa y poder entrar en cualquier momento. 

Por el contrario, en un modelo de ZSP, esas «llaves» solo se entregan cuando es estrictamente necesario, eliminando el riesgo de que un atacante explote privilegios inactivos o comprometidos.  

Un estricto control de acceso

El problema con los privilegios permanentes es que, si una cuenta se ve comprometida, el atacante podría obtener acceso completo a sistemas críticos y ejecutar acciones maliciosas. Con ZSP, en cambio, el acceso sólo se otorga mediante una solicitud autorizada y durante un periodo limitado. Esto significa que incluso si una cuenta se compromete, no tendrá ningún privilegio activo que pueda ser explotado.  

La implementación de ZSP requiere que el acceso esté sujeto a un proceso de aprobación. El administrador debe solicitar la entrada para realizar tareas específicas, y dicha solicitud debe ser autorizada por un comité o por un responsable designado. Una vez aceptada, un sistema automatizado concede temporalmente los privilegios y el acceso que se requieren. 

Al finalizar el lapso establecido, los permisos se revocan automáticamente, reduciendo así la exposición a posibles ataques.  

Complementos clave

Este modelo dinámico de concesión de privilegios se apoya en soluciones tecnológicas especializadas, como las herramientas de Privileged Access Management (PAM), que permiten gestionar de manera automatizada el acceso bajo demanda. Así, las cuentas con privilegios solo existen temporalmente, y cuando el acceso ya no es necesario, se desactivan o eliminan automáticamente.  

Asimismo, otro componente clave de ZSP es el enfoque de acceso just-in-time (JIT), en el que las cuentas privilegiadas se crean y activan sólo cuando se precisan. Just-in-time elimina la existencia de cuentas inactivas que podrían convertirse en objetivos para un atacante. 

Vale la pena señalar en este punto que es importante diferenciar ZSP de la estrategia del mínimo privilegio (least privilege), la cual asigna únicamente los permisos esenciales para realizar actividades específicas, pero que suelen ser permanentes. Con ZSP, en cambio, los permisos desaparecen automáticamente una vez que la tarea ha sido completada, eliminando el riesgo de acceso no autorizado a largo plazo.  

Un cambio integral

La transición hacia Zero Standing Privilege requiere una revisión profunda de las políticas de acceso y privilegios existentes. En este sentido, las organizaciones que ya han adoptado un modelo de mínimo privilegio cuentan ya con una base para implementar ZSP, pero el cambio implica también una transformación cultural. Y es que los equipos de trabajo deben ser conscientes de que el proceso para obtener los accesos que necesitan va a cambiar, lo que podría generar a su vez resistencia al cambio si no se gestiona adecuadamente.  

Por otro lado, la automatización juega un papel clave en la implementación de ZSP. Sin una herramienta que permita gestionar de manera dinámica y automatizada los privilegios, el modelo no funcionará correctamente. Las soluciones Privileged Access Management (PAM) que se han mencionado anteriormente permiten establecer políticas claras, realizar auditorías y garantizar que el proceso de concesión y revocación de accesos se realice de manera controlada y segura.   

Riesgos y beneficios

Existen, sin embargo, riesgos asociados a la implementación de ZSP. Por ejemplo, una comunicación deficiente durante el proceso de adopción puede generar fricciones entre equipos, y si no hay consenso ni patrocinio por parte de la alta dirección, el proyecto podría estar destinado al fracaso. Además, si la herramienta que gestiona los accesos falla en un momento crítico, la operación de la empresa podría verse afectada gravemente.  

A pesar de los desafíos, los beneficios de ZSP son significativos. La eliminación de privilegios fijos reduce drásticamente la superficie de ataque, ya que incluso si una cuenta privilegiada es comprometida, no tendrá permisos activos que puedan ser explotados. Asimismo, al limitar el acceso solo al momento y duración necesarios, se reduce el riesgo de abuso de credenciales o ataques internos.  

Un aspecto interesante de ZSP es que muchas organizaciones ya cuentan con herramientas capaces de soportar este modelo, pero no las utilizan de manera efectiva. La adopción de ZSP requiere una evaluación de las herramientas existentes y de cómo estas pueden configurarse para habilitar la concesión dinámica de accesos. Las empresas también deben considerar asociarse con proveedores especializados como Minsait para asegurar una implementación exitosa.  

Un modelo en evolución

Se prevé que el modelo Zero Standing Privilege vaya madurando y ampliándose en el mercado de soluciones de identidad y gestión de acceso en los próximos años. Y las organizaciones que adopten esta estrategia estarán mejor preparadas para enfrentar amenazas avanzadas y ataques. Además, al integrarse con una estrategia de Zero Trust, ZSP fortalece la postura de seguridad de las empresas y mejora la capacidad de respuesta ante incidentes.  

Sin duda, Zero Standing Privilege representa un cambio fundamental en la manera en que las organizaciones gestionan los accesos y privilegios. La eliminación de privilegios fijos y la concesión dinámica bajo demanda reducen la exposición a ataques y mejoran el control sobre el acceso a sistemas críticos. Si bien la implementación de ZSP puede enfrentar desafíos operativos y culturales, los beneficios en términos de seguridad y reducción de riesgos hacen que este modelo sea una evolución natural y necesaria en el entorno de ciberseguridad actual.

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